Pocos artistas son capaces de destacar en diferentes modalidades o artes. Normalmente admiramos a ese director que es un genio en el cine, su propio mundo, o a ese música capaz de interpretar las más hermosas piezas, pero no de dirigir películas con la maestría del primero, o de escribir novelas como lo harían los autores más consagrados. A cada cuál se le da bien aquello que mejor se le da, pero no se puede ser tan completo en todo… Sin embargo, de vez en cuando aparecen personas como Dani Umpi, capaz de hacernos dudar sobre esa opinión, demostrando que puede adaptarse a cualquier tipo de arte gracias a su talento innato y a su forma tan especial de ver la vida, el mundo y las relaciones.
Nacido en la ciudad uruguaya de Tucuarembó en 1974, Daniel Umpiérrez, que así es su nombre completo, ha demostrado ser uno de los artistas más diferentes y valientes de su generación, siempre a la vanguardia del arte en Latinoamérica. Fiel seguidor de la cultura norteamericana pero también modernizador de la cultura de su propio país, su arte se ha volcado entre novelas, canciones y obras visuales, que le han llevado a ser muy reconocido en el mundo hispanohablante, especialmente dentro de aquellos sectores donde el posmodernismo más canalla y kitsch es una referencia. Dani Umpi tiene una biografía realmente apasionante, sobre todo en su faceta cultural, y aquí te la vamos a desgranar para que lo sepas todo sobre él.
El underground porteño, el movimiento en el que surgió Dani Umpi
El underground podría catalogarse como toda aquella cultura que se aparte de los cánones tradicionales o del mainstream, la acción de la gente que, sin presupuesto y sin apoyos de ningún tipo, sigue haciendo arte a pie de calle, con los medios de los que disponen. Normalmente, la cultura underground siempre ha sido contestaría y rebelde por naturaleza. El cine de vanguardia y el cine independiente, así como la novela beat o la música punk, son ejemplos de culturas que nacieron en el seno del underground, y que poco a poco fueron conquistando a más y más público, desvirtuándose en último sentido su principal motor de inicio.
La cultura underground había tenido mucha importancia tanto en Buenos Aires como en Montevideo en los años 60 y 70, época de pura experimentación en el arte de ambas capitales, separadas tan solo por el Río de la Plata, y con muchísimo intercambio cultural entre ambas. Ese es el germen en el que poco después nacería el talento de Dani Umpi, que ya crecería dentro de esa última oleada y que llevaría a cabo sus obras a partir de mediados de los 2000, aunque anteriormente ya sería reconocido por sus shows, con los que se haría un nombre precisamente en ese underground, utilizando muchos recursos propios del absurdo, la parodia y el ridículo, que luego también reflejaría en sus novelas, cuentos y discos.
Inicios de Dani Umpi
Tras mudarse a Montevideo desde Tucuarembó, su ciudad natal, en 1993, el joven Daniel Umpiérrez comenzó a estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad de la República. Mientras realizaba dichos estudios comenzó también a probar suerte en algunos concursos como artista y showman. Así fue como se inició tanto en la música y en el de la poesía. Su faceta como showman le llevó a tener sus primeros éxitos, a finales de la década de los 90, cuando se hizo con el premio Poesía Viva por la acción Pîjama Party, junto a Samantha Navarro, cantautora talentosa de su misma generación. En 1999, un año más tarde, conseguiría el premio Dj Midi en colaboración con Andrea Vaghi.
Fue el inicio de una carrera que empezaba a despegar y que le llevaría a llamar la atención de los medios, apareciendo en el diario El País o las revistas Sabado Show y Bla, muy populares en su país. De la misma forma, el artista ganó el Premio Joven Sobresaliente de Montevideo en el año 2002, uno antes de que apareciera su primera novela, editada eso sí en Argentina. Poco a poco, el interés de Umpi se expande no solo a los textos escritos, sino también a las canciones, creando los temas para su primer disco, Perfecto, en el que aunaba pop, electrónica y actitud punk y contestataria. De hecho, muchos apuntaba a que Umpi podía haberse relacionado con la vertiente Straight Edge del punk, en la que sus miembros se comprometían a no tomar alcohol, tabaco ni drogas recreativas.
Explosión como artista y premios
El primer disco de Umpi apareció en 2005 con el título de Perfecto y supuso un gran reconocimiento del joven a nivel nacional. Ahora todo el mundo se preguntaba de dónde había salido aquel chico que parecía no tomarse en serio nada en sus shows, siempre llevándolos a la parodia y al ridículo, que bebía de los referentes más variopintos, y que ahora se empeñaba en hacer canciones. Su primer disco fue nominado a varios premios Grafitti, los más importantes de la música uruguaya, obteniendo los premios a Mejor Portada y Mejor Productor, pero siendo nominado también como Mejor Solita y como Mejor Artista Revelación.
Al año siguiente, el reconocimiento llegaría por parte de la cadena MTV Latinoamérica, que le escogería como nominado dentro de la categoría de Mejor Artista Independiente en los premios del continente en 2006. Sus siguientes discos han sido muy bien recibidos por sus fans, así como sus libros y novelas, aunque es cierto que el impacto que tuvo Perfecto no se ha vuelto a repetir. Umpi no ha dejado de trabajar desde entonces, aportando también su visión a Montevideo dentro del arte visual con exposiciones y colaboraciones en numerosos actos y compromisos. Si hay un artista total hoy en día en Uruguay, seguramente se parezca mucho a Dani Umpi.